Afiches- DGP I

Vigencia del afiche

Por Comisión prensa udgba Mucho se ha escrito sobre este protagonista, en tanto es un activo participante del hacer cultural de las ciudades. No resulta extraviado pensar en los afiches como condensadores visuales de la identidad de un sitio. Por algún motivo ciudades lejanas como Varsovia, Praga o La Habana pueden resultarnos más próximas al conocer su producción en este oficio de larga historia.

En virtud de un desarrollo teórico en el que la Unión participó voluntariamente hace pocos días, queremos compartir con nuestros lectores algunos apuntes sobre las particularidades del afiche como hablante. Lejos de las opciones funcionalistas (el afiche no sería más que un medio para trasmitir mensajes) y estetizantes (el afiche es una gran superficie impresa con fines decorativos), intentaremos rastrear algunas de sus marcas distintivas. El punteo no pretende clausurar el tema a partir de definiciones cerradas, sino aproximarse a la complejidad de un tema en permanente cambio.

El afiche y sus voces

  • La interrelación texto-imagen es una forma de anclar el sentido. Ante las múltiples posibilidades interpretativas, el texto verbal es fuertemente propositivo de una lectura. Orienta, indica, sugiere, guía la interpretación. Pero no describe, relata ni explica lo que sucede en la imagen. Anclar no es subtitular.
  • El texto verbal cuya lectura no es imprescindible para la comprensión de la propuesta puede considerarse como texto de relevo: aporta información que no puede leerse en la imagen y como tal su jerarquía visual es de orden secundario.
  • El tiempo de lectura reclamado al destinatario es muy reducido.
  • El destinatario se puede definir a través de indicios (usando elementos que le resulten familiares, pero bajo una nueva mirada). La intención no es sólo producir una ruptura visual, sino detener las miradas de aquellos destinatarios con quienes queremos establecer un contacto. El afiche no le grita a la ciudad, a menos que toda la ciudad sea su interlocutor. Busca ser escuchado por un grupo de personas relativamente pequeño a quien potencialmente pueda resultarle de interés lo que tiene para decir.
  • El afiche se verá beneficiado si presenta una construcción conceptual sintética y un manejo austero de los elementos. Esto no debe entenderse como regla formal sino como un posible recurso para la planificación estratégica. Síntesis formal no es sinónimo de síntesis conceptual.
  • Si el afiche no es solidario y amable con su destinatario puede volverse críptico. Si el afiche es críptico, se vuelve invisible.
  • El afiche, en tanto afiche, busca movilizar a su destinatario. No persigue simplemente el conocimiento de una información, sino la realización de un saber en una acción. Esa intención debe ser inequívoca para el autor de la pieza gráfica. La pregunta no es '¿Qué quiero gritar?' sino '¿Qué acción quiero lograr a partir de lo que digo?'.

Fragmentos de este texto fueron desarrollados por la Unión de Diseñadores Gráficos de Buenos Aires

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