Packaging: El lenguaje de las Formas ¿Nos comunican las formas la manera de asir el envase, de abrirlo y cerrarlo, de consumir su contenido, de apoyarlo y de desecharlo? por la Diseñadora Industrial Andrea Wengrowicz |
Todos los productos que nos rodean y con los que convivimos, se relacionan con los usuarios / consumidores, y todos tienen que cumplir con la función para la cual fueron concebidos. Podemos decir que, a través del diseño de packaging se transmiten mensajes que tienen que ver con la relación con el usuario y con la funcionalidad de los envases. El diseño opera con formas, los envases son portadores de significados y es a través de sus componentes: forma, estructura, color, textura, gráfica, que nos vinculamos con ellos. Es por esto que las características morfológicas de los signos, del packaging, permiten comprender el significado de los mensajes. Packaging como vector de comunicación. El envase nos habla, nos cuenta cosas, nos transmite mensajes que deben ser claros para que los podamos entender, sino no habrá una comunicación eficaz. Cabe decir que, esto ocurre, además de ser una importante herramienta de marketing por parte de las empresas, ya que el packaging existe para realizar ventas: inspira al impulso de comprar. Por lo tanto, los propósitos iniciales del packaging son atraer, distinguirse, cautivar; proteger y almacenar a los productos, y que la gente confíe en ellos para consumirlos. Aquí se pone en manifiesto que el lenguaje de las formas, colores, texturas, y gráfica deben comunicar cuál es el producto, a qué empresa responde, cómo se agarra, cómo se abre (y se cierra en los casos que así lo requieran), cómo se apoya y cómo se consume el interior, para luego desecharlo. Hablamos de lenguaje porque el packaging es símbolo y signo, esconde-exhibe, define- sugiere, protege-despoja. El diseño objetual es absolutamente mudo, aunque contenga una gráfica, una etiqueta, sólo de manera metafórica se dice que los objetos nos hablan de un status, un gusto o una función determinada y también podemos afirmar que designan algo o forman parte de un sistema. Son portadores de cierta información. Vemos que la forma es una frontera entre el interior y el exterior, se distingue lo lleno y lo vacío. La estética actual no tiene ya que ver con la categoría de lo bello y de lo feo. Esta se ha convertido en la teoría de la compatibilidad entre los signos, de su coherencia interna. El valor estético connota la funcionalidad interna de un conjunto, califica el equilibrio de un sistema de signos. Es decir, la estética se refiere a la comunicación y al intercambio / signo. Packaging y Ergonomía La Ergonomía es el estudio de la relación entre el hombre y su ocupación, equipamiento y entorno, y especialmente, la aplicación del conocimiento anatómico, fisiológico y psicológico humano a los problemas que surgen de dicha relación. La finalidad de la Ergonomía es conseguir una efectividad funcional de equipamientos y objetos que utilice la gente y en mantener y mejorar el bienestar humano y la calidad de vida, garantizando salud, seguridad, confort, satisfacción y placer, mediante un apropiado diseño. Es decir, los factores humanos condicionan y determinan no sólo la forma, sino la operatividad del objeto, por lo tanto, al estudiar los requerimientos humanos que deben ser tenidos en cuenta para lograr el óptimo funcionamiento del packaging, estamos utilizando a la Ergonomía como una herramienta fundamental para el diseño industrial. Packaging y percepción La percepción es un complejo proceso fisiológico, que partiendo de un estímulo, desemboca en lo percibido, que es de naturaleza psicológica. La percepción está influenciada por las particularidades de los órganos perceptuales, el estado de salud de las personas, las motivaciones, las experiencias vividas, etc. La estimulación produce impulsos que se dirigen a lo largo de las fibras nerviosas de las células sensitivas. Nuestros mecanismos sensoriales son sensibles a ciertos estímulos que, a su vez, nos envían el significado. Es necesario que los estímulos sensoriales sean reconocidos correctamente por el receptor, y que su significado sea entendido. La visión comparte con el habla la distinción de ser el más importante de los medios que sirven para aprehender la realidad. El 80 % de las sensaciones que llegan a nuestra mente son de origen visual. Otras sensaciones que se involucran con los envases son la táctil y la auditiva. Agarrar es un gesto lleno de significado. El manejo de un envase o el acto de asirlo, sostenerlo, abrirlo y apoyarlo, transmite sensaciones complejas e intensas al cerebro. Es de suma importancia mencionar que muchas veces tenemos que atravesar las barreras del packaging antes de consumir algunos productos. Podemos sentir frustración al no poder abrir un paquete sellado en los extremos (de galletitas, de café, de cereal, sachets de condimentos o shampoos, etc.). Esto se debe a que: El material dificulta el agarre y no permite abrir o rasgar el envase. Evitamos aplicar una fuerza excesiva por no dañar el contenido o que se desparrame. Lo hermético no ofrece acceso. No está evidenciada ni por forma ni por color ni por indicaciones gráficas o escritas la zona de apertura. Por otro lado, podemos experimentar una sensación de alivio cuando el envase tiene definidas sus zonas operativas (paquetes de cigarrillos, galletitas, frascos de alimentos, etc.) Nos comunica cuáles son los pasos a seguir para disfrutar del contenido de los mismos: Se reconoce por formas, texturas, colores y materiales, un sector por donde se puede tomar al producto y luego abrirlo. Se distingue por color (generalmente rojo) una tirita que recorre al envase y al tirar de ella se rasga el envoltorio. Se interpreta por forma de zig zag y un troquelado marcado, acompañado de gráfica, que al tirar de ese sector se abrirá el paquete (caja de cereal, arroz). Se evidencia con un aro de metal (circular) en el cual entra un dedo, que al jalar del mismo se rasgará la tapa metálica. En muchos casos la vibración, sentida por los dedos al abrir o cerrar, del snap de la tapa de plástico de envases de shampoo o mayonesa, nos comunica eficiencia y seguridad. El sonido también comunica satisfacción, placer, nos indica que la apertura ha sido exitosa. Dan confirmación del evento esperado. Puede ocurrir también que al abrir un envase percibamos el olor del contenido, y eso nos provoque placer (café, chocolate) o de lo contrario, nos prevenga ante la presencia de algo en mal estado. Packaging y el hombre Todo el público: hombres, mujeres, niños, ancianos, gente discapacitada, tienen la necesidad de consumir productos que deberán ser abiertos, despojados de su protección. La necesidad de abrir es universal, es parte de toda cultura; se da en elementos de la naturaleza, como los frutos y en los productos fabricados por el hombre. Existen ocasiones donde abrimos con las dos manos, con los dientes, con un dedo, con las uñas, en la oscuridad, en el frío con las manos heladas o con guantes, en el calor con las manos sudadas, con elementos externos como cuchillos, tijeras o abrelatas. El packaging debe poder abrirse con facilidad y velocidad: prontitud; pero sin resbalarse, sin ensuciarse, sin lastimarnos a nosotros mismos, sin demandar esfuerzos imposibles, sin herramientas, sin tropezarse con instrucciones ilegibles o imposibles. El protagonista siempre es el hombre. Con un apropiado diseño apuntamos a satisfacer esa necesidad de la mejor manera posible, logrando una buena relación entre el hombre y el producto. Andrea Wengrowicz es Diseñadora Industrial (U.B.A.) - Free lance Docente en la UBA - Facultad Arquitectura Carreras Diseño Industrial - Diseño de Indumentaria (desde 1995 hasta la actualidad) Docente en ORT - Secundario: Especialidad Diseño Industrial: Ergonomia - Proyecto Final (desde 1996 hasta la actualidad) Miembro del InEA: Instituto de Ergonomía Argentino. link - modelos de packaging |
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